La restauración del Reino de Dios a Israel
La restauración del Reino de Dios a Israel
Muy buenos días a todos los ministros, compañeros en el ministerio, de este tiempo final, allá en Manizales, en la Iglesia Misionera “El Séptimo Sello”; congregación que pastorea el reverendo Jorge Lancheros; todos los hermanos también de… algunos que se encuentran también del Valle del Cauca y del Eje Cafetero, y toda esa zona allá en Colombia. Es realmente un privilegio y una bendición para mí poder enviar estas palabras de saludo, hoy jueves, 26 de enero, de este año 2023.
Conscientes que en este tiempo es el tiempo en donde el reino de los gentiles será quitado, y Dios estará estableciendo el Reino del Mesías-Príncipe; en donde tendremos primero mil años y luego toda la eternidad; en donde ese Reino del Hijo de David, de este tiempo final…, o sea, Reino que le prometió Dios a toda Su descendencia, y que en el Arcángel Gabriel fue pronunciada esa promesa a la virgen María, en donde le dijo que ese Hijo que nacería se sentaría en el Trono de David.
Y esa promesa no se cumplió en los días de Jesús, pero era una promesa que iba a ser dada en el fin del tiempo; o sea, iba a ser cumplida en el fin del tiempo; y era por la descendencia de Judá, en donde Dios le daría la promesa…
Estoy aquí buscando en San Lucas, capítulo 1, allí donde Él dice, en el verso 32, luego que le dijo que se llamaría Jesús ese Hijo que nacería, sigue diciendo:
32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
[JBP] ¿Ve?, que el Reino que se estaría estableciendo en el Milenio y en la eternidad, vea, es un Reino que no estaría luego cambiándose como han venido cambiándose el reino de los gentiles en sus diferentes etapas; ya en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, ahí es la etapa final del reino de los gentiles, y es establecido nuevamente el Reino de Dios.
Y digo “nuevamente” porque al principio, en el Huerto del Edén, antes de Adán caer, ese reino que estaba allí en el tiempo de Adán era el Reino de Dios; donde no había pecado, donde él podía tener control sobre la naturaleza, o sea, tenía el control sobre la naturaleza, y podía vivir eternamente. Pero luego de la caída todos esos derechos le fueron quitados, porque no esperó el tiempo de prueba para ser adoptado, o sea, no pasó la prueba para su adopción.
Pero ese Reino estará siendo establecido en este planeta Tierra, en medio de la raza humana, por medio de la descendencia de David; porque, fíjense, es por medio de la descendencia de David que será establecido ese Reino en este planeta Tierra, porque tiene que ser un descendiente de David.
Y ahí, por medio de esa descendencia, vino Jesús; o sea, el cumplimiento de la Primera Venida del Señor vino por esa descendencia de David; que, si vemos, viene de la tribu de Judá; o sea, vino de las tribus del sur, que es esa descendencia de David. Y en Su Segunda Venida tiene que venir por esa tribu también: por la descendencia de David, que sube y llega por allá a la tribu de Judá1.
Y por otro lado, las tribus del norte, que son encabezadas por Efraín: esa tribu viene entonces a estar en la mano del profeta también.
O sea, viene la tribu del sur y la tribu del norte, que son esos dos palos ahí en la mano del profeta, de Ezequiel, capítulo 37, para que en este tiempo final sean uno en la mano del profeta; y así se haga la Obra de Reclamo como León de la tribu de Judá.
Todo eso que ha sido hablado en los mensajes del reverendo William Branham, y también de nuestro amado hermano y amigo William Soto Santiago, el cual dio más luz de todo lo que significa esos palos en la mano del profeta, y también de dónde es que estaría siendo manifestado el Hijo del Hombre en este tiempo final con Sus Ángeles.
Y la tribu de Efraín, que es de donde nuestro hermano William vino… Él en una ocasión le dijo a… Oswaldo Natale me estuvo contando acá (mientras él estuvo aquí) que nuestro hermano William le dijo, cuando iba a ir a donde un rabino ahí en Brasil, le recalcó y le dijo: [WSS] “Mira Oswaldo, dile que yo soy de la tribu de Efraín”.
Y vean que la tribu de Efraín es del reino (vamos a ver aquí) del norte.
O sea que la tribu de Efraín, que es el reino del norte… Y la tribu de Judá es la tribu del sur, la tribu de Judá con la de Benjamín (que son dos tribus).
De esa descendencia vino, de la tribu de Efraín (o sea, de la del norte), vino nuestro hermano William. Y la tribu de Judá, que es el otro palo, es la descendencia del cumplimiento en este tiempo final del que tendrá los dos palos en su mano, que es el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles.
Si en el cumplimiento de la Primera Venida estuvieron allí los ministerios de Moisés y Elías, en ese tiempo de adopción, tiene que estar en medio de la Iglesia, por esa línea de Judá, tiene que aparecer alguien que tenga esa línea de Judá, y que tenga en su mano en este tiempo final los dos palos juntos.
Estoy buscando aquí un lugar donde él habló (vamos a ver si lo consigo), donde él dice que él no puede hacer nada sin el palo de… Vamos a ver aquí si lo encuentro aquí rapidito, lo tenía marcado…
Un palo no puede hacer, o sea, una descendencia no puede hacer nada sin la otra. Vamos a ver aquí si lo consigo rapidito. Aquí lo conseguí.
[Rev. José B. Pérez] Este es del 2015. Voy a leer solamente una partecita aquí. Esto vamos a hablarlo luego en algún estudio más completo, pero como salió ahí del Reino del Mesías y todo eso, pues vamos a ver un toquecito solamente. Miren aquí lo que dice:
PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO CON TU DIOS
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 14 de noviembre de 2015
Bogotá, Colombia
Sin el cetro de la tribu de Efraín, que gobierna sobre diez tribus, el reino del norte, no puede ser establecido el reino de Judá ([JBP] o sea, sin el cetro de la tribu de Efraín, que es la tribu del norte, reino del norte, no puede ser establecido el reino de Judá), el Reino del Mesías; por lo tanto, el Reino del Mesías y el Mesías, vendrá con los dos palos, los dos cetros, uniéndolos en un solo palo, en un solo Reino.
Y eso será en la Visita y encuentro con nuestro Dios en el Día Postrero, lo cual será la Visita y encuentro con el Mesías en Su Venida a Su Monte Santo, que es Su Iglesia, llamado también el Monte de Sion…
[JBP] Recuerden que en el Monte de la Transfiguración también estuvo allí el palo de Judá, estaba ese cetro, pero no estaba el palo de Efraín; por eso Él no podía establecer el Reino en ese tiempo.
Ahora en el Monte de Sion, que es la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final, ahí estará el palo de Efraín y el palo de Judá. Y eso es algo muy grande; porque miren, sigue diciendo [“PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO CON TU DIOS”]:
[WSS] … y a y en Su Templo, que es Su Cuerpo Místico de creyentes, el cual es el Templo humano de Dios como Cuerpo Místico de creyentes.
[JBP] El palo de Efraín, en el tiempo en donde ese Hijo iba a ser adoptado, estaba siendo adoptado allí, vean, fue el tiempo en donde Él no estableció el Reino: cuando le preguntaron: “¿Restaurarás el Reino de Israel en este tiempo?”, y Él allí les contestó y les dijo: “No os toca a vosotros saber el tiempo y las sazones que Mi Padre puso en Su sola potestad”2. O sea que no fue establecido ese Reino allí, en ese tiempo, porque no estaban los dos palos juntos; y al no estar, no podía ser establecido ese Reino del Mesías.
[Rev. José B. Pérez] Y también nos dice en el mensaje:
ELÍAS EN EL MONTE DE DIOS
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 6 de noviembre de 2016
Cayey, Puerto Rico
Que Dios nos permita en este tiempo ver el Monte de Dios, saber cuál es el Monte de Dios y ver a Dios manifestado en ese Monte hablando al pueblo; y luego verlo llamando y juntando los escogidos del pueblo hebreo, que son 144.000, 12.000 de cada tribu; porque habrá una restauración del Reino de David; para lo cual, los dos palos… Palo de José en la mano de Efraín (que es el que tiene las bendiciones de la primogenitura que echó Jacob en el día que bendijo a Efraín y a Manasés)…
[JBP] O sea, vean que no puede estar ese Reino del Mesías restaurado sin el palo de Efraín, porque ahí es donde está la Bendición de la Primogenitura.
[Rev. José B. Pérez] Por eso, en donde les leí, que dice que [“PREPÁRATE PARA VENIR AL ENCUENTRO CON TU DIOS”]:
[WSS] Sin el cetro de la tribu de Efraín, que gobierna sobre diez tribus, el reino del norte, no puede ser establecido el reino de Judá, el Reino del Mesías.
[JBP] O sea, el Reino del Mesías es el Reino que será establecido por medio de la tribu de Judá, pero no puede ser establecido sin el cetro de Efraín, sin la Bendición de la Primogenitura. Por eso tienen que estar juntos.
Cuando fue dividido ese reino en los días de Salomón, en sus hijos, vean, allí se rompió ese Reino y se dividió3; pero ahora, en este tiempo final, vienen a estar nuevamente juntos esos reinos en la mano del profeta.
[Rev. José B. Pérez] Sigue diciendo [“ELÍAS EN EL MONTE DE DIOS”]:
[WSS] (… Jacob en el día que bendijo a Efraín y a Manasés) y el palo de Judá, el palo de mando, de príncipe, en la mano de Judá.
Esos dos palos fueron divididos en dos reinos en el tiempo del hijo de Salomón, por los pecados de Salomón. Y en este tiempo final van a ser juntados esos dos cetros, esos dos palos de mando, de príncipes, para la restauración del Reino de David y Trono de David para el glorioso Reino Milenial; donde las naciones que sean salvas, que no sean destruidas durante la gran tribulación, lleguen hasta Jerusalén a ofrecer adoración a Dios y llevar sus ofrendas y diezmos allá, a la capital del Reino del Mesías, que será el Reino de David restaurado.
Por lo tanto estemos preparados, porque estamos en el tiempo final, donde estas cosas deben suceder. Y todo lo que vamos a ver es a Dios en Su Monte santo, Su Iglesia del Señor Jesucristo; y ahí es que veremos a Elías en su quinta manifestación ministerial o el ministerio de Elías por quinta ocasión, y el ministerio de Moisés por segunda ocasión, y el ministerio de Jesús por segunda ocasión, o por tercera ocasión. Todo en el Monte de Dios. Todo en el Monte de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
[Rev. José B. Pérez] Y en el mensaje:
EL TRONO Y REINO DEL HIJO DE DAVID
Dr. William Soto Santiago
Domingo, 18 de diciembre de 2016
Buenos Aires, Argentina
Para el tiempo final será restaurado el Reino de Dios en la Tierra. Las tribus, todas, serán unificadas; las tribus perdidas, o llamadas tribus perdidas —pero a Dios no se le pierde nada—, son recogidas en este tiempo final las diez tribus perdidas. Y se unificará el Reino de David, los dos palos o cetros de mando de los Príncipes: del Príncipe del reino del norte y el Príncipe del reino del sur…
[JBP] Ahora, vean que en Apocalipsis, capítulo 12; y también en Daniel, capítulo 12; y Daniel, capítulo 10; vemos allí cómo son identificados esos Arcángeles como Príncipes. O sea, “el gran Príncipe que está de parte de Tu pueblo”4, dice allí Gabriel refiriéndose al Arcángel Miguel. O sea que el Arcángel Miguel y el Arcángel Gabriel estarán en este tiempo final en la mano del profeta.
O sea, vean, de la tribu de Efraín: él había dicho que él era de la tribu de Efraín. O sea que podemos identificar ya a Gabriel allí: cómo es en este tiempo final manifestado y colocado como descendiente de la tribu de Efraín, de la tribu del norte.
O sea, vean cómo todo lo que está en el Cielo, al ser materializado en la Tierra, tiene (por consiguiente) que tener un orden divino; por lo cual tiene que venir por una descendencia, que es esa descendencia por la cual viene la Bendición de la Primogenitura: viene por la línea de José, en la cual bendijo allí Jacob a los hijos de José y puso su mano derecha sobre Efraín (el menor)5; y ahí es que está la Bendición de la Primogenitura, lo cual es la cabeza de esas tribus del norte, diez tribus.
Y Gabriel, el Arcángel Gabriel, vino por esa descendencia.
Por eso es que no puede el Reino del Mesías-Príncipe, que es por la tribu de Judá, establecer Su Reino sin la Bendición de la Primogenitura; y la Bendición de la Primogenitura, recuerden que está contenida en el Título de Propiedad.
Por lo tanto, el Título de Propiedad, al ser la Bendición de la Primogenitura, estar contenida en el Título de Propiedad, el Título de Propiedad al ser venido por la línea de Efraín…, vean cómo él nos habló todo este tiempo de esa Bendición de la Primogenitura, y nos la dio a conocer, y nos bendijo con la Bendición de la Primogenitura; y él habló y dijo: [WSS] “¡Yo los bendije, y serán benditos!”6; porque él tenía —estando en este planeta Tierra en Su cuerpo de carne— la Bendición de la Primogenitura, que tenía que ser hablada a toda la Iglesia del Señor.
Pero faltaba algo; porque los dos reinos, al estar divididos, no se puede establecer el Reino del Mesías; y en este tiempo serán consolidados los dos.
O sea, ya por un lado vemos la Bendición de la Primogenitura que ha sido dada, o sea, a la Iglesia del Señor; pero falta algo. Falta ese cumplimiento del palo de Judá, “que es el Príncipe que está por los hijos de Tu pueblo”, dice allí en Daniel, capítulo 12; y ese es el Arcángel Miguel.
O sea que vendrá en este tiempo final, en la etapa final, ese poderoso Príncipe; y por eso hay un detalle muy importante, en donde él siempre me decía: [WSS] “Dile a ellos que tú eres de la tribu de Judá”. Y ya ustedes pueden ver cómo en una forma tan sencilla Dios está cumpliendo algo tan y tan grande en el Programa Divino, en medio de la raza humana.
Y ahí, con esa descendencia por medio de la tribu de Judá y en la mano de ese profeta, vienen entonces a consolidarse los reinos —el reino del norte y el reino del sur—, ¡y vienen a ser uno! en la mano del profeta; y ahí es donde es que es establecido el Reino del Mesías.
Cuando le preguntaron: “¿Restaurarás el Reino de Israel en este tiempo?”. Él dijo: “No os toca a vosotros”.
Pero ahora, cuando se le pregunta a esa descendencia de Judá, al descendiente de Judá: “¿Restaurarás el Reino del Mesías en este tiempo?”. Pues ahora la contestación para todos los escogidos de Dios en este tiempo final es:
¡Sí señor! ¡Sí será restaurado el Reino del Mesías en este tiempo!
¡Y sí, toca a vosotros conocer estos grandes misterios que Dios tiene reservados, y ahora han estado siendo abiertos, para que ustedes conozcan el misterio de la restauración del Reino del Mesías-Príncipe, del Reino de Israel, del Trono de Israel en la tierra de Israel, en donde se gobernará el mundo entero!
¡Y sí, les toca a vosotros conocer estos misterios!
Pueblo escogido de Dios, escogidos de Dios del Cuerpo Místico de Cristo de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino:
¡A ustedes les toca conocer los misterios del Reino de los Cielos, y les toca saber el tiempo en el cual Dios está realizando para el cumplimiento del establecimiento del Reino del Mesías en este tiempo final!
¡A ustedes les toca saber y les toca conocer todos esos grandes misterios, los cuales han estado siendo abiertos en este tiempo final!
Y así el cetro de Efraín y el cetro de Judá ¡vendrán a ser uno! en la mano del profeta.
[Rev. José B. Pérez] Sigue diciendo… Estoy en el mensaje “EL TRONO Y REINO DEL HIJO DE DAVID”:
[WSS] … los dos palos o cetros de mando de los Príncipes ([JBP] ¿y cuáles son los Príncipes poderosos y los principales en el Cielo? El Arcángel Gabriel y el Arcángel Miguel): del Príncipe del reino del norte y el Príncipe del reino del sur (de la tribu de Judá y el cetro de la tribu de Efraín), serán juntados en la mano de un profeta, el Hijo del Hombre, en el tiempo final.
Y eso será, delante de Dios, en la Mano de Dios a través de una manifestación del Hijo del Hombre; porque como Hijo del Hombre es la manifestación de Dios en un profeta, en el tiempo final, antes de sentarse en el Trono de David.
Cuando se siente en el Trono de David será como Hijo de David, para el Reino Milenial ser comenzado con capital en Jerusalén, Distrito Federal en todo el territorio de Israel. Como Distrito Federal es un Reino judío prometido a David, y a través de todos los profetas prometido al pueblo hebreo. Ese Reino cubrirá la Tierra, gobernará, se unirán muchos pueblos a ese Reino; y se administrará desde Jerusalén como capital del Reino del Hijo de David.
[JBP] Ahora vean la promesa tan grande que tiene el pueblo hebreo, en donde Dios estará estableciendo Su Reino en la tierra de Israel; y de allí se gobernará todo el planeta Tierra.
[Rev. José B. Pérez] En la “PARTE 3” de “REVELACIÓN, CAPÍTULO 4”7, nos dice el reverendo William Branham: en la página 64 dice [PÁG 51]:
307 Ahora, en el lado oriente, el lado oriente, aquí mismo. Lo apuntaré para que estén seguros de obtenerlo. Oriente, el lado oriente era siempre Judá ([JBP] y él escribe): [WSS] «Oriente = Judá. Este». Esta es la puerta, J-u-d-á, Judá. Y con Judá… era la cabeza de tres tribus con su bandera; tres tribus con su bandera, la bandera de Judá. Ustedes recuerden… ¿Cuántos vieron “Los diez mandamientos” de Cecil DeMille, “Los diez mandamientos”? Correcto. Y lo leen aquí mismo en la Escritura (en la Escritura allí, mejor dicho), eso fue Judá en el lado oriente.
308 En el lado oeste, aquí abajo (ahora apúntenlo, pueden leerlo… en el Éxodo y demás, a medida que ellos iban saliendo), fue Efraín. Y él tenía tres tribus con su bandera. Correcto, Efraín.
[JBP] Vean, y ahí escribe: [WSS] «Oeste: Efraín».
O sea que es en el oeste en donde la tribu de Efraín (que son el reino del norte) y la tribu de Judá (que es el reino del sur) estarán juntos.
¡Tienen que estar juntos!, para que sea consolidado ese Reino y sea así los dos palos en la mano del profeta. O sea, esos dos reinos vean cómo se une uno con el otro.
[Rev. José B. Pérez] Ahora, miren lo que él nos dice en la página 453 del libro de Los Sellos en español, dice:
84. Ahora, fijémonos en estos judíos. Ellos estaban ciegos, y no era asunto de ellos que pudiesen cambiar, porque Dios así lo había hecho; y así será con ellos hasta la edad cuando llegue el profeta prometido ([JBP] y escribe): [WSS] «la Edad de la Piedra Angular y su mensajero». Pueden enviar misioneros y cuantas cosas más, pero Israel nunca será convertido hasta que lleguen estos dos profetas; y eso será después del Rapto de la Iglesia gentil. Es tan igual…
[JBP] Recuerden que hay un rapto espiritual y hay un rapto literal. Si no se sube en el rapto espiritual, no se va a subir en el rapto literal.
Ahora, hay un llamado de la séptima edad en este tiempo final, donde se recorren las siete etapas consecutivas; y de allí (de esa séptima) se hace ese llamado también, en donde viene a ser paralelo al tiempo de la década del 70, y vuelve otra vez ese ciclo a cumplirse, y viene ese llamado a subir a la Piedra Angular dentro de esa etapa. O sea que después que ocurre ese rapto espiritual allí, es que la Iglesia del Señor está lista para obtener su adopción.
Como fue en el tiempo de Jesús, que tuvo que subir al Monte de la Transfiguración; tipo y figura de este tiempo final, del Aposento Alto espiritual, que es la Edad de la Piedra Angular, en donde ahí estarán siendo preparados los escogidos para obtener su adopción.
Y aun allí se quedaron abajo, en esa parte séptima, los otros discípulos. Vea, hubo un grupo que no subió. Y luego…, vean que eso sucede luego de que la Iglesia es raptada.
Ahora, eso tiene diferentes ángulos y diferentes cumplimientos.
Sigue diciendo el hermano Branham [Los Sellos]:
[84]. Es tan igual como fue imposible para la edad del becerro, poder recibir la llamada del León, porque Dios ha dicho en Su Palabra que había salido el espíritu de becerro. Y luego en las edades de los reformadores, salió un hombre. ¿Ven lo que digo? Solamente eso podían recibir en esa edad. Y por ahora ellos están ciegos.
85. Pero viene la edad cuando habrá llegado el final para los gentiles ([JBP] y escribe): [WSS] «la 8va Edad, la de la Piedra Angular». Veámoslo como un árbol: Las raíces fueron judías, luego el árbol fue cortado, y los gentiles fueron injertados —el árbol de olivas silvestres— y ahora está produciendo su fruto. Pero cuando esa Novia gentil es cortada, como hablé en el mensaje “El Árbol de la Novia”, y ella es llevada a la presencia de Dios; Dios entonces pondrá acá a un lado los gentiles incrédulos, las vírgenes fatuas que quedaron, e injertará de nuevo a los judíos. ¡Así lo prometió hacer! Pero hasta que llegue ese día [WSS] «8vo Día», pues el que sabe hacia dónde va, él está bien; el que no sabe, está tropezando en las tinieblas.
[JBP] Vea, él allí escribe: [WSS] «Las raíces fueron judías, y el Árbol-Novia termina con judíos en la copa».
[JBP] Y vean aquí algo también. En el escrito de esa página, en las notas, él escribe: [WSS] «Dios restaurará el Árbol de Oliva, las ramas judías, cuando corte a los gentiles». Y dibuja una Pirámide y las edades, y una flecha a la Piedra Angular.
[JBP] O sea, cuando termine el tiempo de los gentiles en la etapa de la Dispensación de la Gracia, cuando eso termine, entonces Dios restaurará ese Árbol de Oliva, las ramas judías.
[Rev. José B. Pérez] Ahora, vean aquí lo que él está diciendo. Vamos a leerlo nuevamente, dice [Los Sellos]:
[85]. Pero hasta que llegue ese día [WSS] «8vo Día», pues el que sabe hacia dónde va, él está bien; el que no sabe, está tropezando en las tinieblas.
[JBP] Vean, porque está abajo, y no ha subido o no subió a esa etapa en donde Jesús estaba siendo adoptado allí; y estaban todos confundidos y todos tropezando, porque no podían sacar ese espíritu que estaba en esa persona.
O sea, estaban confundidos porque para ellos ya era el tiempo en donde se tenía que estar cumpliendo un sinnúmero de cosas que Jesús les había dicho (antes de ese capítulo 17 de San Mateo), y ellos pensaban que podían tener también todo eso sin subir a la cúspide para ser adoptados.
Y eso es un ministerio adoptado, el que hace esa labor.
Por eso cuando Jesús bajó, enseguida Él sacó ese espíritu. Y vean cómo ellos no pudieron hacerlo. No habían llegado a la etapa de la adopción. Pensaron que lo tenían, y no pudieron quitar ese espíritu, sacar ese espíritu diabólico de esa persona8.
Como sucedió en el Día de Pentecostés. Pensaron que lo tenían —como dice el hermano Branham en uno de los mensajes: [WMB] “Ya lo tenemos, vamos a salir”9—, y lo que hicieron fue que regresaron otra vez para atrás, para la séptima edad. Todo eso representado en lo que ellos hicieron allí.
Ahora, vean que se requiere estar en Edad de Piedra Angular, en Edad de Adopción, para obtener esa bendición de la adopción.
Vean, y entonces, si no sube, entonces lo que pasa es que se quedan tropezando en las tinieblas.
¿Y dónde es que están las tinieblas? En la séptima edad.
¿Y dónde es que hay Luz? En la Edad de la Piedra Angular. Ahí es donde todo se ve clarito.
[Rev. José B. Pérez] Sigue diciendo, en la página 453 [Los Sellos]:
[85]. Es como fue en las diversas edades de la Iglesia bajo el poder de la unción de la promesa: cada uno recibirá a Jesucristo, pero no sucederá durante el tiempo de los gentiles ([JBP] y escribe): [WSS] «las siete edades».
[JBP] Ahora vea aquí algo muy importante, en donde todo eso estará ocurriendo fuera de las siete edades.
Él escribe al lado… No sé si les leí ahí, donde dice:
[85]. Entonces será cuando los judíos serán convertidos, en esa edad ([JBP] y él escribe): [WSS] «8va Edad» ([JBP] para que lo tengan ahí también). Es como fue en las diversas edades de la Iglesia bajo el poder de la unción de la promesa: cada uno recibirá a Jesucristo, pero no sucederá durante el tiempo de los gentiles ([JBP] y él escribe): [WSS] «las siete edades».
[JBP] Y él escribe al lado: [WSS] «El Sello de Dios lo reciben los 144.000».
[JBP] Ahora, hemos visto así a la ligerita por acá, algunos lugares que los tenía por allí marcados para en algún momento leerles. Y en estos días pasados nuestro hermano Miguel ha estado tocando ese tema de lo que es la descendencia de la tribu de Judá y la tribu de Efraín, pero creo que hoy se habló un poquito más claro de todo ese gran misterio de los dos palos en la mano del profeta, lo cual, tienen que estar juntos para que ese Reino sea establecido.
[Rev. José B. Pérez] Y ya para terminar estas palabritas de saludo, que era solamente un saludito… Vamos a ver un poquito aquí para que quede de una vez acá este extracto. Dice:
LA OBRA DE LA PIEDRA QUE DIOS LANZA
(Reunión de Ministros)
Dr. William Soto Santiago
Sábado, 25 de marzo de 2006
Buenos Aires, Argentina
Y por consiguiente es el pueblo bendecido por Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Israel celestial, compuesto por hebreos y gentiles. Y que [de] estas personas de entre los gentiles hay un porciento muy grande que son descendientes de las tribus perdidas, y algunos también de las dos tribus del reino del sur; son de las ovejas perdidas de Israel, del reino del norte; porque el Mesías fue enviado para bendición, para socorrer a la descendencia de Abraham.
Por tanto, el misterio de las tribus perdidas de Israel va a ser abierto a la Iglesia y al pueblo hebreo.
Ese misterio está contenido en el Sexto y Séptimo Sello. Y por consiguiente Israel va a saber que todos los descendientes de las tribus del norte, que componían, formaban el reino del norte, el reino llamado “reino de Israel”…, porque el reino del sur era el llamado “reino de Judá”; y que para el tiempo final va a ser abierto que los descendientes de las tribus, la mayoría, fueron colocadas por Dios en el cristianismo; y que la Bendición de la Primogenitura, que la tenía José y pasó a Efraín como cabeza de esas tribus… y también tenemos a Manasés en esas tribus del norte.
Ahora, podemos ver que esas tribus del norte, aunque fueron desarraigadas de Israel se llevaron una bendición; salieron pero tenían una bendición: la Bendición de la Primogenitura.
Por esa causa es que Israel no puede ser restaurada totalmente…; no puede ser restaurado el Reino de David y Trono de David, para Israel obtener la paz imperecedera que tanto anhela…; no puede tener ese reino…, y está prometido que lo va a tener, pero no lo puede tener sin las tribus del norte.
[JBP] Vean, no puede estar ese Reino establecido sin ese cetro del norte.
[WSS] Por eso es que en la profecía de Ezequiel 37 nos habla de los dos palos:
Uno: palo de Judá.
Y otro: palo de Efraín. Ese es el palo de José, que está en la mano de Efraín; porque el Reino de Dios en la Tierra, que estaba y en el cual estaba David como rey, luego pasó a Salomón; y de Salomón pasó a su hijo Roboam.
Pero en el tiempo de Roboam (hijo de Salomón) el reino fue roto, fue dividido en dos reinos; y le tocaron…, le quedaron dos tribus a Roboam: la tribu de Judá y la tribu de Benjamín; y a un descendiente de Efraín: Jeroboam…
Miren los nombres, parecidos. Solamente, al rey, para el reino del norte, descendiente de Efraín, le es colocada (en español, por supuesto) una “J” y una “e”…
[JBP] O sea, ¿ve?, fue Jeroboam. Y era, la tribu de Judá, que es la del sur, se llamaba Roboam. Y a la tribu del norte le fue añadido esas dos letras: una “J” y una “e”: Jeroboam. Y sigue diciendo:
[WSS] … que tiene que ver con el Nombre de Dios. Y cayeron diez tribus en las manos de Efraín, por consiguiente.
Por lo tanto, la tribu cabeza del reino del norte es Efraín. Aunque luego hubo otros reyes en el reino del norte, que no eran descendientes de Efraín; y por consiguiente, la dinastía de Efraín (que viene a ser la dinastía de Jeroboam) no continuó; sino que hubo en ciertas etapas cambios de dinastías; y hubo nueve dinastías en el reino del norte; en el reino del sur solamente hubo una dinastía: la dinastía de David.
Y ahora, en la mano de un profeta tenían que ser colocados los dos palos: palo por Judá y palo por Efraín. En la mano de un profeta tenía que estar eso; lo cual tipificaba que, así como estaba en la mano de un profeta: estaba en la mano de Dios.
Por tanto, para el tiempo final será hallado palo de Judá y palo de Efraín en la mano de un profeta, en la mano del profeta final que Dios envía.
Y por eso es que Cristo dice:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”.
Ese es uno de los misterios para la restauración del Reino de Dios —que es el Reino de David— al pueblo hebreo; y por consiguiente ser restaurado el pueblo hebreo en su plenitud o totalidad, para tener de nuevo la Edad de Oro, como tuvo la Edad de Oro en el tiempo de David y en el tiempo del rey Salomón.
[Rev. José B. Pérez] Y ya para terminar, leemos en el libro de los Hechos (que fue la Escritura que dijimos de memoria), en el capítulo 1, verso 6, donde dice:
6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
[Rev. José B. Pérez] “LA RESTAURACIÓN DEL REINO DE ISRAEL”. Ese es el tema que le estaremos colocando aquí a esta plática. Vamos a anotarla por aquí: “LA RESTAURACIÓN DEL REINO A ISRAEL”.
Y como les dije:
A ustedes les toca saber los tiempos, las sazones, y les toca conocer este gran misterio de la restauración del Reino a Israel.
Y podemos seguir diciendo:
Y recibirán el poder, recibirán la adopción, cuando haya venido a ustedes —y a mí también— esa promesa de la plenitud de Dios. Y seremos testigos —¡claro que vamos a ser testigos!— ¡en todo el planeta Tierra!
Esos 30 o 40 días vamos a estrenar bien esos cuerpos; y así hasta lo último de la Tierra.
O sea, todo lo que Dios estuvo allí hablándole a los discípulos, allí Jesús antes de ascender al Cielo; todo eso que se cumplió en toda la Dispensación de la Gracia, en donde el conocimiento de la Primera Venida del Señor fue dado a conocer hasta lo último de la Tierra; también será dado a conocer el misterio… (y aquello fue durante la Dispensación de la Gracia); y ahora en la Dispensación del Reino se estará dando a conocer, hasta lo último de la Tierra, el misterio de la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, en “LA RESTAURACIÓN DEL REINO…”, vamos a colocarle: “DEL REINO DE DIOS, A ISRAEL”.
“LA RESTAURACIÓN DEL REINO DE DIOS A ISRAEL”.
Que Dios les bendiga, Dios les guarde; y muchas gracias por esta oportunidad que me permiten de enviarles este saludo a todos ustedes.
Dios les bendiga.
Y un saludo al misionero Miguel Bermúdez Marín, y a todos los ministros también, que están escuchando esta conferencia en esta ocasión, o más adelante, o la leerán, y que estarán también escuchándola y viéndola (porque también ponen ahí una imagen); así que estarán viendo y escuchando esta plática que hemos tenido en esta ocasión.
Que Dios les bendiga, que Dios les guarde; y continúen pasando un día lleno de grandes bendiciones de parte de nuestro Padre celestial.
Dios les bendiga y Dios les guarde a todos.
1 San Mateo 1:3-6, San Lucas 3:32-33
2 Hechos 1:6-8
3 1 Reyes 11:29-37; 1 Reyes 12:1-20
4 Daniel 12:1
5 Génesis 48:1-20
6 1998-11-08-2 “El Vencedor que recibe la Estrella de la Mañana”: [WSS] Y el Ángel del Señor Jesucristo podrá decirle a Jesucristo: “Yo les he dado Tu Palabra y ellos la recibieron. Y les he dicho que la transformación es para los que reciben Tu Palabra; y ellos la han recibido y lo creen con toda su alma. ¡Y yo los bendije en Tu Nombre, y serán benditos!”. Así es como viene la bendición para los escogidos de Dios del Día Postrero, así es como viene la fe para ser transformados y raptados en este tiempo final.
7 SPN61-0108 “Apocalipsis Capítulo Cuatro, Parte 3”, pág. 51, párrs. 307-308
8 Mt. 17:14-21; Mr. 9:14-29; Lc. 9:37-43
9 Los Sellos, pág. 228, párrs. 203-207