Palabras por la partida del reverendo Neudis Fermín de La Trilla, San Felipe, Venezuela
(Segundo saludo)
Mis más sinceras condolencias por la partida de nuestro hermano, reverendo Neudis Fermín, quien pastoreaba la congregación “Casa de adoración y alabanzas”, en La Trilla, San Felipe, Yaracuy, Venezuela; a su esposa María de Fermín, sus hijas Neumary y Neudimar, y demás familiares, y demás amigos y hermanos de nuestro hermano Neudis Fermín.
Nos dice en Primera de Tesalonicenses, en el capítulo 4, verso 13 en adelante, dice el apóstol Pablo hablándole allí a la Iglesia de Tesalónica… Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13:
13 Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
[Rev. José B. Pérez] Y nos dice en el libro de Job… verso 4 del capítulo 38:
4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?
6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,
7 Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?
[Rev. José B. Pérez] Y miren aquí algo que Dios le reveló a Job, en donde él escucharía esa Voz, en donde él respondería para ir nuevamente a la presencia de Dios, ir al lugar donde estábamos nosotros cuando Dios estaba creando los Cielos y la Tierra; lo cual, dice… Vamos a leer también aquí: el capítulo 19, verso 25, dice [Job]:
25 Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
26 Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
27 Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
[Rev. José B. Pérez] Y en el capítulo… que es donde nos habla que Él llamará… eso está en el capítulo 14 de Job, verso 14 dice:
14 Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir?
Todos los días de mi edad esperaré,
Hasta que venga mi liberación.
15 Entonces llamarás, y yo te responderé;
Tendrás afecto a la hechura de tus manos.
[Rev. José B. Pérez] Esa Gran Voz de Trompeta es la que estará sonando; y estará siendo impactada también esa dimensión celestial, la cual vimos cuando Jesús llamó a Lázaro: “¡Lázaro, ven fuera!”1. O sea que él escuchó esa Voz: escuchó la Voz del Mesías hablándole que saliera fuera.
Y así será en este tiempo final; lo cual ocurrirá en la etapa o fase de la Tercera Etapa, ya en la parte culminante de esa etapa, en donde los muertos oirán la Voz del Hijo de Dios, la Voz del Hijo de Dios en carne humana; como él escribió allí en la Escritura del Evangelio según San Juan, capítulo 5, verso 25, y escribió: [WSS] «del Espíritu Santo en carne». O sea que oirán la Voz, oirán ese llamado, oirán la Voz del Mesías, o sea, del Ungido, llamándolos a salir.
Y así ocurrirá la resurrección; y ahí vendrá nuestro hermano Neudis Fermín en medio del pueblo de Dios, en medio de la Iglesia del Señor de este tiempo final: le aparecerán a los familiares (a ustedes) y a todos los hermanos; y estará con nosotros de 30 a 40 días. Cuando nosotros los veamos, y veamos a todos los que van a venir: vamos a ser transformados; y estaremos de 30 a 40 días, y luego seremos llevados en el rapto a la Cena de las Bodas del Cordero.
Así que la esposa, María de Fermín, y sus hijas Neumary y Neudimar, estén con esas Escrituras de esperanza y de promesa para ustedes; y también para todos aquellos que han perdido un ser querido, sabiendo que hay promesas y hay esperanza para todos los que duermen en el Señor: Que los vamos a volver a ver.
A nosotros nos corresponde estar listos, estar preparados; para, cuando ellos vengan, nosotros ser transformados.
Que Dios inunde de paz vuestros corazones; conscientes que ellos no están muertos sino que duermen, y están allí en la sexta dimensión; y están mejor que como estuvieron aquí en la Tierra.
Allá no se trabaja, no se duerme, no se come y… Pero le dijeron al hermano Branham: [WMB] “Cuando regresemos entonces comeremos; tomaremos cuerpos y entonces comeremos”2. Allí es una vida que no hay las luchas de esta Tierra; así que ellos están bien allí. A nosotros ya nos corresponde seguir preparándonos para esos gloriosos eventos.
Que Dios les bendiga y Dios les guarde a todos; y que la paz del Señor esté en vuestros corazones.
Dios les bendiga.
1 San Juan 11:43
2 Los Sellos, pág. 322, párr. 219