Saludo a los hermanos reunidos en Araucária, Paraná, Brasil

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Rev. José Benjamín Pérez
Sábado, 28 de enero de 2023
Cayey, Puerto Rico

(Primer saludo)

Un saludo a todos los hermanos allá en la ciudad de Araucária, en Brasil, junto al reverendo Édson Martins; y también al reverendo Oswaldo Natale, y diferentes pastores de Curitiba, de Joinville, y otras partes del sur del Brasil, que están reunidos hoy sábado, 28 de enero, de este año 2023.

Es realmente un privilegio y una bendición poder enviar este saludo a todos ustedes reunidos allá, y desearles las grandes bendiciones que Dios tiene para nosotros; porque son bendiciones que son para los escogidos de este tiempo final.

Por lo tanto, uno desea que los hijos de Dios del tiempo en donde esas promesas van a estar siendo cumplidas, las reciban; por eso mi deseo es: que sean cumplidas en todos ustedes, y en mí también, todas esas promesas.

¿Y cuál es la promesa que estamos anhelando y estamos deseando? Pues la promesa de nuestra transformación.

O sea que cuando yo les digo: “Que Dios cumpla en ustedes todas las promesas que Dios tiene para este tiempo”, todas esas promesas son las que corresponden a este tiempo final. Y una de ellas es la transformación. Y así poder estar de 30 a 40 días, y ser luego raptados a la Cena de las Bodas del Cordero: otra promesa más para los escogidos de Dios de este tiempo final.

Así que podemos decir:

Somos los escogidos de Dios que estarán recibiendo las promesas de la edad y dispensación que nos ha tocado vivir en este tiempo, que es la Edad de la Piedra Angular y la Dispensación del Reino.

¡Yo soy el escogido que Tú has escogido desde antes de la fundación del mundo para recibir esas promesas!

Cada uno puede decir lo mismo:

¡Yo soy un escogido, un vencedor, que recibirá la promesa de la adopción!

¡Yo soy uno de los que no verá muerte!

¡Yo soy uno de los que será transformado!

¡Yo soy uno de los que va a ser raptado!

¡Yo soy uno de los que estará en el Milenio, en ese Reino Milenial!

O sea, todo eso podemos hacerlo presente en nuestras vidas, creerlo; y Dios lo cumplirá; porque esa promesa es para nosotros.

Que Dios les bendiga, que Dios les guarde; y ¡adelante!, agarrados de la Palabra, del Mensaje, y de la Enseñanza bajo Carpa, lo cual nos está dando la Fe de Rapto.

Muchas gracias, reverendo Oswaldo Natale, por permitirme enviar este saludito. Y estén pendientes de las palabras que se hablarán hoy, que son y serán de gran bendición para toda la Iglesia del Señor.

Dios les bendiga y Dios les guarde a todos.

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