San Marcos 11:22-24

(Segunda actividad)

La Escritura de Marcos 11:22, el hermano Branham nunca habló de eso abiertamente. Y yo les decía que cuando él tocaba esa Escritura, todo lo tiraba él a la Carpa. San Marcos 11:22.

Y esa Escritura dice: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis…”. Ya el “diréis” ese, ¿ve?, que es hablar: “Diréis a este monte”.

Era el hermano el que me… Yo pensaba que lo habían grabado (el audio), pero nadie grabó. Pero eso que se habló ahí, vamos a ver si lo tocamos, algunas cositas que les dije a ellos ahí; porque esa Escritura, el hermano Branham no la entendía. Y él muchas veces decía… y esa Escritura la dejaba quieta. Y el hermano William en otras ocasiones decía que él, para hablar de eso, mejor no lo hablaba.

Pero también era Dios el que les decía que se quedaran callados; porque esa Escritura tiene pleno cumplimiento es aquí en la Carpa.

Porque mire: “Si tuviereis fe como un grano de mostaza”¹. Un grano de mostaza es algo chiquito. Ahora, ¡cuánto más, hijos e hijas de Dios adoptados!

Y vamos a irnos un poquito antes: ahora. Ahora —cada uno de nosotros— con un pequeño grano de mostaza, tener esa clase de fe: ¡podéis decir lo que sea! O sea que esa Escritura viene a ser ¡mía y de usted!

Entonces, al uno creerla, y creerla de todo corazón, ver cómo Dios va ayudándonos desde nuestro interior hacia afuera, y vamos sacando todas las cosas que pertenecen a esta quinta dimensión…; porque la quinta dimensión está abierta, o sea, cada vez se abre más.

Así como yo hablé ayer (creo que fue): que se van dejando las cosas, como las dejó Cristo allí en el infierno: nosotros las estamos dejando aquí en la Tierra. Pero es porque esa Escritura es tuya y es mía cuando la hacemos parte de nosotros y la creemos.

“Si dijereis…”. Si ustedes pueden hablar eso: ¡Todo lo que hablen Dios se ve obligado a respaldarlo!

No es “quizás”, “tal vez”. Puede ser que en ese momento no ocurra, puede ser que no pase nada en ese momento, pero [WMB] “manténgase (dice) presionando”². ¿A qué? A esa Escritura. Sigan presionando esa Escritura, y ustedes van a ver que se van a empezar a mover las cosas.

Usted puede ver que, a lo mejor, el monte sigue allí… Dice, en una ocasión, que usted ve de momento un granito como que está cayendo. ¡Siga creyendo! Porque es que ya está empezando a moverse. Y esos granitos son las cosas que no nos pertenecen. Hasta que usted de momento va viendo, y ese monte se va moviendo, y es quitado.

O sea, todo eso también es representado en todas las cosas que tenemos que dejar de esta Tierra, para establecer en nuestras vidas primeramente el Reino de Dios; o sea, establecer primeramente en nuestras vidas la presencia de Dios, lo que es Dios, la esencia de Dios: santidad.

Todo eso tiene que empezar primero por nosotros para, luego, físicamente ser establecido el Reino del Mesías. Y ya ahí completamente se cumple esa Escritura: “Si dijereis a este monte: ‘Pásate de aquí allá’, y lo creyeres de todo corazón, será movido”. Y es movido ahora en este tiempo por la Palabra hablada.

¡La Palabra hablada es la que está haciendo todo! Vean que aquí no hay nada que se haya hecho distinto a lo que todo el tiempo que Dios ha estado obrando en medio de la raza humana se ha hecho.

Se ha estado hablando la Palabra y ha producido lo que está produciendo.

Se está produciendo también esa segregación. ¿Qué lo está haciendo? La Palabra.

Y se está produciendo en nosotros también ese cambio en nuestras vidas. Porque hubo un cambio al creer en Cristo como nuestro Salvador, hubo un nuevo nacimiento; pero no nos podíamos quedar ahí estancados: ahora viene el cambio físico.

Pero para el cambio físico, también hay un cambio interior que hay que ir cambiando, que hay que ir dejando, para que sea establecido el nuevo cuerpo en nosotros, que va a venir por medio de San Marcos 11: por la Palabra hablada. Será también traído a existencia, además de la resurrección vendrá a existencia el cuerpo eterno y glorificado.

Por eso “los muertos oirán la Voz del Hijo de Dios, del Hijo del Hombre”³, y él escribe: [WSS] «en carne»⁴. Es la única manera que Dios ha usado y seguirá usando. “Y se levantarán”. ¿Ve?

Ahora, ¿cómo será la transformación? De la misma manera: por la Palabra hablada.

Por eso estén pendientes de esa Voz. Nunca pierdan de vista esa Voz. Aunque no esté presente, pero estará sí allí, hablando. Y el cumplimiento pleno de la Visión de la Carpa, cuando él decía: [WMB] “Escucharán mi voz; quizás no lo van a ver, pero sí la voz”⁵, ya para esa etapa estamos cerquitita de que los muertos en Cristo estén con nosotros.

Y en ese ambiente de apretura…, porque va a venir algo fuerte a la Iglesia, que “ya se está cuajando” (como decimos). Han venido un poquito de… en los últimos años. Como ha venido un ataque al mensajero cuando estuvo con nosotros; y él habló ciertas cosas que ocurrieron; y trató el enemigo de eliminarlo antes de tiempo, y pensaba ciertas cosas; y Dios se lleva a ese instrumento.

Pero ahora, al hablarse más claramente todo, ya es el tiempo de identificar plenamente tanto la manifestación del diablo como la manifestación de Dios en carne; y ahí es donde el enemigo va a traer esa apretura.

Por eso cuando él decía: [WSS] “Cuando ustedes vean ese movimiento en contra de la Visión de la Carpa ([JBP] lo cual va a venir), estén pendientes que por ahí estarán ocurriendo todas las promesas que faltan por cumplir”.

O sea, va a venir una bendición grande, y va a venir unas promesas grandes, pero hay que estar conscientes que antes de eso va a venir una lucha, una prueba, para la Iglesia del Señor; y ahí es que van a saber quién es quién.

Pero nosotros creyendo San Marcos 11: ¡todo va a ser posible para nosotros!

O sea, creyendo todo lo que se está hablando y se hablará, vamos a obtener la Victoria en el Amor Divino. “No es con ejércitos ni es con fuerza, sino es con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”⁶.

Así que hemos llegado hasta aquí para vencer, para obtener las promesas. No hemos llegado aquí para estar “de pintados” ahí. Hemos llegado hasta aquí para obtener las promesas que ya Él nos ha hablado por todos estos años ¡y que ahora estamos viviendo!

Estamos palpando ya esos granitos de arena que están saliendo de nuestros cuerpos, todo lo que no es de nosotros. ¿Y eso lo ha producido qué? San Marcos 11. O sea, lo ha producido la Palabra hablada, la cual ¡yo he creído! ¿Y ustedes? También. Por eso están recibiendo la Enseñanza bajo Carpa. Porque así como hay un grupo que no cree, ¡hay un grupo que cree! ¡Y aquí estamos!

Él le dijo: “No te preocupes (le dijo Eliseo), son más los que están con nosotros que los que están en contra”⁷.

Si llegan a ver y Dios les abre el entendimiento, la mente espiritual, para ver todas las huestes celestiales que están a favor de nosotros, usted dirá: “Ah, pues si ya yo…”. Pero Dios no permite (quizás) ciertas cosas para que la fe de usted se afinque más, y solamente mire la Palabra. Y va a ser la Palabra; no en milagros y cosas físicas, porque “así cualquiera”.

Él está listo. Yo estoy listo.

Como yo le dije a Tirzo (creo que fue) ahorita, esta mañana; le dije: “Tirzo, Dios está listo, y yo estoy listo”. Está… (¡Ehh… (míralo)!). O sea, estamos listos. Falta que el pueblo esté listo. Porque no va a haber un espectáculo público para un incrédulo.

O sea, todas las cosas que Dios estará ya realizando en la Visión de la Carpa, en todas esas maravillas y visiones, ya será como testimonio de que todo lo que Dios estaba haciendo en medio de la Iglesia era la Columna de Fuego en medio de ella, y era Dios mismo haciendo todo lo que está haciendo ahora.

Eso será testimonio para los que no creían, como testimonio de que verdaderamente era Dios el que estaba en medio de ese grupo, de ese pequeño grupo que viene clamando: “¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!”.

El Nombre del Señor.

Y un hijo, el nombre de un hijo es igual de bueno como el de su Padre; y él viene en el Nombre de su Padre.

O sea que todo lo tenemos, y todo lo que tenemos es a nuestro favor. O sea, todas las bendiciones son para nosotros, para los que lo creen, para los que creen San Marcos 11.

O sea, ¡crea esa Escritura, porque es de nosotros!

No era para las edades pasadas. Era para la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino. Era para el grupo más grande, los escogidos más grandes, la niña de los ojos de Dios, o sea: usted y yo.

Que Dios les bendiga, Dios les guarde.

Ahora sí quedó grabado: San Marcos 11:22, una Escritura tuya y mía. Crean todo lo que hablen, siempre y cuando sea en la perfecta voluntad de Dios.

Así que Dios les bendiga, Dios les guarde; y hasta muy pronto, como decía Tirzo allá: “Hasta pronto, primero Dios”.

Que Dios les bendiga, Dios les guarde a todos. ¡Los amo de corazón!

Dios les bendiga.

Y: ¡Yo estoy listo! ¡Yo estoy listo!

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